Antecedentes: La eritromicina y sus sales pertenecen a la clase más grande de macrólidos. La eritromicina es bien tolerada. Los efectos secundarios más comunes son malestar gastrointestinal, náuseas y vómitos, que están relacionados con la dosis. Las reacciones alérgicas y pseudoalérgicas debidas a los antibióticos macrólidos son poco frecuentes. La anafilaxia y el distrés respiratorio agudo aparecen en la literatura como reportes de casos.,
métodos: presentamos a un hombre de 24 años que presentó hace 12 años una reacción alérgica sistémica a la penicilina, confirmada por pruebas cutáneas y detección de IgE específica (RAST). Since then he had tolerated erythromycin on several occasions. Hace nueve meses, su médico de cabecera le recetó eritromicina por vía oral como tratamiento para una infección respiratoria. Treinta minutos después de tomar la primera dosis, 500 mg, desarrolló una reacción anafiláctica. El episodio disminuyó con el tratamiento con altas dosis de corticosteroides, antihistamínicos y epinefrina., Se realizaron pruebas cutáneas y pruebas intradérmicas con eritromicina a diferentes concentraciones. También medimos IgE total e IgE específica a eritromicina por CAP y Phadezym RAST (Pharmacia, Uppsala, Suecia), respectivamente. También realizamos una prueba de Prausnitz-Küstner (prueba PK) y una prueba de desafío oral.
resultados: las pruebas cutáneas A eritromicina no fueron útiles debido a la hiperreactividad cutánea. No se detectaron niveles significativos de IgE específica frente a eritromicina. El desafío oral y la prueba de Prausnitz-Küstner fueron positivos.,
conclusiones: la historia positiva y la prueba de provocación oral sugirieron una reacción anafiláctica a la eritromicina. La prueba positiva de Prausnitz-Küstner demostró la presencia de IgE específica a eritromicina.