el ejercicio físico afecta el equilibrio del entorno interno. Durante el ejercicio, los músculos contrayentes generan fuerza o potencia y calor. Así que el ejercicio físico es de hecho una forma de energía mecánica. Esta energía generada agotará las reservas de energía dentro del cuerpo. Durante el ejercicio, se generan metabolitos y calor, que afectan el estado estacionario del entorno interno. Dependiendo de la forma de ejercicio, tarde o temprano se producirán sensaciones de fatiga y agotamiento., El papel fisiológico de estas sensaciones es la protección del sujeto de ejercicio de los efectos nocivos del ejercicio. Debido a estas sensaciones el sujeto adaptará su estrategia de ejercicio. La relación entre el ejercicio físico y la fatiga ha sido el ámbito de interés de muchos investigadores durante más de un siglo y es muy compleja. La intensidad del ejercicio, el tiempo de resistencia del ejercicio y el tipo de ejercicio son variables que causan diferentes efectos dentro de los sistemas corporales, que a su vez crean diferentes tipos de sensación dentro de la mente del sujeto durante el ejercicio., El ejercicio físico afecta el equilibrio bioquímico dentro de las células musculares de ejercicio. Entre otros, El fosfato inorgánico, los protones, El lactato y el Mg2 + libre se acumulan dentro de estas células. Afectan directamente a la maquinaria mecánica de la célula muscular. Además, afectan negativamente a los diferentes orgánulos de las células musculares que participan en la transmisión de señales neuronales. Los metabolitos musculares producidos y el calor generado de la contracción muscular se liberan en el entorno interno, poniendo estrés en su estado estacionario., El tremendo aumento en el metabolismo muscular en comparación con las condiciones de descanso induce un inmenso aumento en el suministro de sangre muscular, causando un aumento en el sistema circulatorio de la sangre y el intercambio de gases. Los nutrientes tienen que ser suministrados al músculo de ejercicio, vaciando las reservas de energía en otras partes del cuerpo. Además, las fibras musculares que se contraen liberan citocinas, que a su vez crean muchos efectos en otros órganos, incluido el cerebro. Todos estos diferentes mecanismos, tarde o temprano, crean sensaciones de fatiga y agotamiento en la mente del sujeto que hace ejercicio., El efecto final es una reducción o cese completo del ejercicio. Muchas enfermedades aceleran el agotamiento de las reservas de energía dentro del cuerpo. Así que las enfermedades amplifican el efecto del agotamiento de las reservas de energía que acompaña al ejercicio. Además, muchas enfermedades producen un cambio de mentalidad antes del ejercicio. Estos cambios de mentalidad pueden crear sensaciones de fatiga y ejercicio, evitando el comportamiento al inicio de un ejercicio., Uno podría considerar estas sensaciones durante la enfermedad como un mecanismo de alimentación para proteger al sujeto de un agotamiento excesivo de sus reservas de energía, para mejorar la supervivencia del individuo durante la enfermedad.