la meseta tibial es la superficie superior de la tibia, o hueso de la espinilla, hecha de hueso esponjoso o similar al cartílago. Una fractura de meseta tibial es a menudo el resultado de una caída, o una lesión relacionada con el deporte o traumática. Las fracturas que involucran la meseta tibial a menudo ocurren cuando una lesión empuja el extremo inferior del hueso del muslo (fémur) hacia el hueso blando de la meseta tibial, causando que el hueso esponjoso blando se comprima y permanezca hundido. Una fractura también puede causar que el hueso se rompa en dos o varios pedazos., Una lesión en la meseta tibial es especialmente angustiante en el cuerpo, ya que la mayoría del peso corporal de pie descansa en este hueso. Las fracturas de la meseta tibial afectan la alineación, la estabilidad y el movimiento de la rodilla.,
los síntomas de una fractura de meseta Tibial
Los síntomas de una fractura de meseta tibial pueden incluir:
- hinchazón de la rodilla
- Dolor que empeora cuando se aplica Peso
- entumecimiento en la pierna o el pie
- aspecto deforme de la rodilla
Si el pie de la pierna lesionada aparece pálido en color o frío al tacto, puede ser un signo de que la circulación sanguínea está deteriorado.,
diagnóstico de una fractura de meseta Tibial
una fractura de meseta tibial se diagnostica después de un examen físico de la rodilla y la pierna, así como pruebas de imagen que pueden incluir radiografías, tomografías computarizadas o tomografías por resonancia magnética. Las pruebas de imagen permiten al médico identificar la ubicación exacta de la fractura y determinar si la fractura se considera desplazada.
complicaciones de una fractura de meseta Tibial
hinchazón grave de los tejidos blandos causada por una fractura de meseta tibial, puede causar una condición rara y grave conocida como síndrome compartimental para desarrollar., El síndrome compartimental puede afectar el suministro de sangre a los músculos y nervios de la pierna y el pie. Esta afección puede requerir un procedimiento quirúrgico de emergencia, conocido como fasciotomía. Durante una fasciotomía, se hacen incisiones para liberar la piel y las cubiertas musculares y reducir la hinchazón.,
tratamiento de una fractura de meseta Tibial
El tratamiento de una fractura de meseta tibial puede variar en función de la gravedad de la lesión y puede incluir:
- descanso
- inmovilización a través de un yeso o corsé
- analgésicos
una fractura de meseta tibial desplazada puede requerir que los huesos rotos se realineen, antes del yeso. Dependiendo del grado de desplazamiento, se pueden usar métodos quirúrgicos o no quirúrgicos para manipular los huesos de nuevo a su posición., Las fracturas graves o múltiples pueden requerir fijación externa, que utiliza una varilla de metal exterior y alfileres para mantener el hueso o los huesos en su lugar hasta que sanen. También se pueden utilizar dispositivos de fijación interna, incluidas placas, varillas o tornillos, para mantener la posición adecuada del hueso durante la cicatrización.
Las actividades de soporte de peso pueden ser extremadamente limitadas mientras se recupera y puede tomar hasta 3 meses de curación antes de que el soporte de peso completo se pueda hacer de manera segura. A medida que los huesos sanan, se recomienda la fisioterapia para restaurar la fuerza muscular normal, el rango de movimiento y la estabilidad.