La disculpa de Platón es un relato del discurso que Sócrates hace en el juicio en el que se le acusa de no reconocer a los dioses reconocidos por el estado, inventar nuevas deidades y corromper a la juventud de Atenas. El discurso de Sócrates, sin embargo, no es de ninguna manera una «apología» en nuestra comprensión moderna de la palabra. El nombre del diálogo deriva del griego «apología», que se traduce como una defensa, o un discurso hecho en defensa. Así, en la disculpa, Sócrates intenta defenderse a sí mismo y a su conducta certainly ciertamente no disculparse por ello.,
en su mayor parte, Sócrates habla de una manera muy simple y conversacional. Explica que no tiene experiencia con los tribunales de Justicia y que, en cambio, hablará de la manera a la que está acostumbrado: con honestidad y franqueza. Él explica que su comportamiento se deriva de una profecía del oráculo en Delfos que afirmaba que él era el más sabio de todos los hombres. Reconociendo su ignorancia en la mayoría de los asuntos mundanos, Sócrates concluyó que él debe ser más sabio que otros hombres solo en que él sabe que él no sabe nada., Para difundir esta peculiar sabiduría, Sócrates explica que consideraba su deber cuestionar a los supuestos «sabios» y exponer su falsa sabiduría como ignorancia. Estas actividades le ganaron mucha admiración entre la juventud de Atenas, pero mucho odio e ira de la gente que avergonzaba. Cita su desacato como la razón de su juicio.
Sócrates luego procede a interrogar a Meleto, el hombre principal responsable de llevar a Sócrates ante el jurado., Este es el único caso en la apología del elenchus, o contrainterrogatorio, que es tan central en la mayoría de los diálogos platónicos. Su conversación con Meleto, sin embargo, es un pobre ejemplo de este método, ya que parece más dirigido a avergonzar a Meleto que a llegar a la verdad.
en un famoso pasaje, Sócrates se compara a sí mismo con un tábano picando el caballo perezoso que es el estado ateniense. Sin él, afirma Sócrates, el estado puede caer en un sueño profundo, pero a través de su influencia, por irritante que pueda ser para algunos, puede despertarse en una acción productiva y virtuosa.,
Sócrates es declarado culpable por un estrecho margen y se le pide que proponga una sanción. Sócrates en broma sugiere que si él fuera a obtener lo que se merece, debería ser honrado con una gran comida por ser de tal servicio al estado. En una nota más seria, rechaza la prisión y el exilio, ofreciendo tal vez en su lugar pagar una multa. Cuando el jurado rechaza su sugerencia y lo condena a muerte, Sócrates acepta estoicamente el veredicto con la observación de que nadie más que los dioses saben lo que sucede después de la muerte y por lo tanto sería tonto temer lo que uno no sabe., También advierte a los jurados que votaron en su contra que al silenciar a su crítico en lugar de escucharlo, se han hecho mucho más daño que a él.