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Quimiorreceptores centrales: localizaciones y funciones-Nattie – – principales obras de referencia

la quimiorrecepción central se refiere tradicionalmente a un cambio en la ventilación atribuible a cambios en el CO2/H+ detectados dentro del cerebro. El interés en la quimiorrecepción central ha crecido sustancialmente desde el anterior Handbook of Physiology publicado en 1986. Inicialmente, la quimiorrecepción central se localizó en áreas de la superficie medular ventral, hipótesis complementada por la reciente identificación de neuronas con fenotipos específicos cerca de una de estas áreas como células quimiorreceptoras putativas., Sin embargo, hay evidencia sustancial de que muchos sitios participan en la quimiorecepción central, Algunos ubicados a distancia de la médula ventral. Funcionalmente, la quimiorecepción central, a través de la detección del líquido intersticial cerebral H+, sirve para detectar e integrar información sobre (I) ventilación alveolar (pCO2 arterial), (ii) flujo sanguíneo cerebral y metabolismo, y (iii) equilibrio ácido‐base, y, en respuesta, puede afectar la respiración, la resistencia de las vías respiratorias, la presión arterial (tono simpático) y la excitación., Además, la quimiorecepción central proporciona un «impulso» tónico (fuente de excitación) al nivel normal de PCO2 que mantiene un grado de conectividad funcional entre las neuronas respiratorias del tronco cerebral necesarias para producir respiración eupneica. La quimiorecepción Central responde a pequeñas variaciones en la PCO2 para regular el intercambio normal de gases y a grandes cambios en la PCO2 para minimizar los cambios ácido-base. Los sitios de quimiorreceptores centrales varían en función con el sexo y con el desarrollo., Desde una perspectiva evolutiva, la quimiorecepción Central surgió de las demandas planteadas por la respiración aire versus agua, la homeotermia, el sueño, la optimización del trabajo de respiración con la PCO2 arterial «ideal» y el mantenimiento del pH apropiado a 37°C para una estructura y función óptima de la proteína. © 2012 American Physiological Society. Compr Physiol 2: 221-254, 2012.

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