el ataque en la misión diplomática de Estados Unidos en Benghazi el 11 de septiembre de 2012 fue una tragedia nacional. Cuatro estadounidenses, incluido el Embajador Christopher Stevens, fueron asesinados por militantes en un ataque que podría haberse evitado si el Gobierno de Estados Unidos hubiera tomado más precauciones.
pero después, el ataque pasó de ser un desastre a un fútbol político., Los republicanos lanzaron una serie de investigaciones sobre el ataque, aparentemente con el objetivo de encontrar evidencia que pudiera usarse para culpar a Barack Obama o a Hillary Clinton (Presidente y secretaria de estado en el momento del ataque) por lo sucedido.
no surgió tal evidencia, pero muchos republicanos permanecieron convencidos de que Obama o Clinton son personalmente culpables. Mientras tanto, para los demócratas, la controversia se convirtió en una señal de cómo los republicanos operan de mala fe — desmenuzando la controversia, y engañando a sus partidarios, para obtener ventaja política.,
Aquí hay una guía para todo esto: tanto el ataque a la misión en sí como las acusaciones de encubrimiento, los rumores y la masiva controversia política que lo siguió.
— Zack Beauchamp